02 julio 2007

Serra de Monchique (Marmelete)

Para el martes habíamos dejado la que creíamos sería la etapa reina, la más montañosa.
Llegamos con el coche hasta Marmelete, aldea de la Sierra de Monchique situada a medio a camino entre Aljezur y Monchique.

El viento noroeste sopla fuerte, la sensación es de frío y solo he traído el maillot corto. Después de tomar cafés y torradas, busco la tienda que recuerdo de la vez anterior que estuve aquí. Cuando estamos frente al escaparate aparece una señora mayor que nos pregunta si queremos algo, le digo que si tiene camisetas de manga larga. El establecimiento es un pequeño bazar y la señora empieza a buscar entre las cajas de camisetas una de manga larga hasta que encuentra una de talla 6, grande para mi, pero como es lo mejor que hay me la llevo por 3,5 euros.

Salimos de la aldea por el W, hacia Aljezur, y pronto seguimos la CM 1007 hacia Passil. Los primeros km son fantásticos, la carretera, bordeada de vegetación, tiene un asfalto fino, con curvas reviradas y en continuo descenso. Después de Passil hay un tramo de subida, al final de cual nos cruzamos con dos camiones, algo extraño en estas carreteras comarcales tan solitarias, donde sólo hay que tener cuidado para no atropellar a las lagartijas que campean por el alquitrán.
Visitamos Besteiro, donde una inscripción en una casa reconstruida recuerda los incendios del verano del 2003 que afectaron a más del 80% del territorio del concelho (municipio) de Monchique.
Al llegar al cruce de Giraldo y Selão nos metemos en un camino pero al poco nos parece que estamos equivocados. Volvemos atrás y preguntamos a un tipo que nos explica, en portuñol con acento alemán, que para llegar a Selão es mejor seguir por la carretera ya que el camino que hay es más duro. Como no tenemos ganas de sufrir le hacemos caso y de nuevo disfrutamos de unos km por terreno favorable y siempre verde.



Llegamos al cruce con la EM 501 (el de la foto de arriba) y nos dirigimos hacia Monchique. Ahora el recorrido transcurre cercano a la Ribeira de Seixe, a veces el agua cae en pequeñas cascadas sobre la cunetas, pasamos por Foz de Farelo y por Panasqueira y después de cruzar un puente, la carretera comienza a empinarse. Son varios km de una subida larga y tendida hasta alcanzar Portela da Viuva. Allí hacemos un alto y decidimos seguir en dirección a Marmelete. Este tramo discurre por la cara norte de la Sierra y al mantenerse en una misma cota se hace llevadero.

Dejamos atrás algunos montes, Pe do Frio, Palheiros y Chilrão y también el camino que se desvía para Fóia, que con sus 902 m es la cima más alta de Portugal al Sur del río Tajo y un impresionante mirador del Algarve y el Alentejo, porque desconfiábamos de nuestras fuerzas, para conectar con la ER 267, por donde nos dirigimos hacia Marmelete, disfrutando de las bellas panorámicas que se abren hacía el Sur desde las laderas de la Sierra y la costa algarvía, donde destacan las urbes de Portimão y Lagos, al embalse de Bravura y la Serra do Espinhaço do Cão.
Cuando llegamos a Marmelete buscamos los baños públicos, donde nos damos una ducha con ¡agua caliente! Después nos sentamos en la terraza del bar de enfrente, Restaurante Luz, para reponer energías. Tiempo: 2:47 / 47,08 km /16.9 km/h
El resumen de estos días es extraordinario, las rutas por el oeste portugués, con el océano batiendo los acantilados, los arroyos serpenteantes, el viento cargado de olores marinos, el canto de los pájaros en los solitarios caminos, los amplios panoramas de la sierra, las lagartijas paradas sobre el asfalto, las cervezas, las bicas, el rissoto, el pedalear de nuevo junto a Antonio después de un largo paréntesis, su amistad y su talante, han sido parte de unas vacaciones perfectas, de esas que apetece repetir.

Más fotos en el álbum Costa Vicentina y Monchique en
http://juanmanuel-munozluque.magix.net/