11 enero 2009

De Beliche a la Casa Azul







Utilizando una vieja hoja de la Carta Corográfica de Portugal, escala 1:50.000, la 50-D de Vila Real de Santo, nos aventuramos a descubrir nuevas rutas por el sotavento algarvio y aprovechar un día de vacaciones. Desde Vila Nova de Cacela fuimos a Santa Rita, cruzamos la Autovia Infante de Sagres y llegamos a la Mata Nacional de Conceiçao, a partir de donde circulamos por caminos pasando por varios montes: Castelos, Estorninhos, Berberia, Vale de Ebros, Campeiros y Umbrías de Camacho, descubriendo casas maravillosas con nombres extranjeros, suponemos que también sus dueños, junto a pequeñas aldeas casi desiertas y todo ello subiendo y bajando algunas cuestas importantes.


Entre Estorninhos y Umbrías de Camacho se suceden los cerros de pizarra. Esta parte oriental de la Sierra se presenta poco poblada de árboles y tiene grandes semejanzas con el paisaje que encontramos al Este hacia el Guadiana. Sólo en las vegas y alrededor de las aldeas el suelo es más variado. Esta zona forma parte integrante de la Sierra de Caldeirão y es un territorio de apariencia agreste y salvaje que apetece comenzar a descubrir sin adulterar, sin destruir. Alcanzamos la Ribeira de Beliche por la carretera asfaltada que la bordea y pasamos por Beliche de Baixo y Beliche de Cima, donde encontramos un pajar tradicional.

























A partir de Pocilgões volvemos a los caminos de tierra y al poco tuvimos los primeros problemas de orientación, siendo el más grave seguir la dirección que indicaba una vieja señal muy oxidada, indicio que no supimos adivinar de que por allí sólo llegaríamos a dos lugares abandonados y en ruinas, Cadavais y Mesquita, y que para salir de aquel valle tuviéramos que superar varias cuestas y necesitaramos bastante tiempo para finalmente alcanzar la carretera de Cachopo a Tavira, que después seguimos hacia el S durante varios Km. En el cruce que indicaba hacia Zimbral y Malhada de Santa Maria paramos y nos planteamos volver a los caminos, pero al poco desistimos por el termor a otra pérdida y volvimos a la carretera, bajando rápidos hasta pasar por debajo de la Autovia, cerca de la Ribeira Séqua y aunque paramos en el cruce de Fonte Salgada y Sra. da Saude no consultamos el mapa, lo que a lo mejor hubiera significado seguir una ruta con menos tráfico, pero continuamos hacia la Tavira y después seguimos la carretera hasta V.N. de Cacela, haciéndose este final muy largo y pesado.
Llegamos con frío y hambre y como ya pasaba de las cuatro de la tarde pensé que quizás en Cacela Velha hubiera algo abierto y tuvimos suerte, en el bar-restaurante Casa Azul encontramos todo lo que necesitábamos, bebida y comida, calor de chimenea, buen ambiente y buena música.




Fue el extraordinario colofón para una jornada especial por nuevos territorios, a los que a buen seguro volveremos para hacer algo que nos encanta: descubrir nuevas rutas y nuevos paisajes montando en bici.






Km. 68,1 - Tpo. Mov. 4:34 - Media Mov. 14,9 km/h - Tpo. total 5:58