12 enero 2010

SILVES












El río Arade fue una de las principales vías de comunicación con el interior algarvio desde tiempos remotos y fue gracias a su navegabilidad que varios pueblos se asentaran en Silves. Entre esos pueblos, el de mayor importancia en la historia de esta localidad fueron los árabes, que hicieron de Silves la capital islámica del Algarve. Conocida en el siglo XI por su desarrollo y prosperidad, era un centro cultural donde residían los más brillantes poetas, historiadores y juristas de la región.
Precisamente por su importancia fue la primera ciudad algarvia conquistada por los cristianos en 1189, liderados por el rey D. Sancho I, y reconquista dos años más tarde por los árabes hasta 1249, cuando fue conquistada definitivamente.
La ciudad mantuvo su importancia en los años siguientes y conservó la capitalidad del Algarve hasta mediados del siglo XVI, cuando fue transferida la sede del obispado a Faro, motivada principalmente por acumulación de sedimentos del río Arade, que llevo al declive económico a la ciudad.
Con el terremoto de 1755, e igualmente con las invasiones napoleónicas y las guerras liberales, Silves atravesó un periodo difícil, a pesar de que en el siglo XIX volvió a prosperar gracias a la industria del corcho.
La antigua alcazaba es, junto a algunos lienzos del triple sistema de murallas, el principal testigo de la antigua fortaleza militar de Silves. El Castelo que hoy podemos ver data de época califal, aunque fue profundamente remodelado por los almohades y, posteriormente por los portugueses, es un polígono irregular de algo más de una hectárea de superficie construido con la característica piedra roja de Silves.
De su rico patrimonio cultural destacan también la , construida en el emplazamiento de una mezquita, frente a cuya portada principal destaca una puerta de estilo manuelino; el Museu Municipal de Arqueologia, en cuyo edificio se integran un trozo de muralla y una cisterna de los ss. XII-XIII, con importantes colecciones arqueológicas que narran la historia de la región desde el paleolítico al periodo árabe.
En un lateral de la praça de Al Mouhatamid Ibn Abbad, notable poeta, gobernador de Silves y Rey taifa de Sevilla, se encuentra la Biblioteca Municipal de Silves situada en un moderno edificio, construido sobre importantes restos arqueológicos que están a la espera de ser visitables y dotada de luminosas y amplias salas de lecturas, dedicadas a Maria Keil, artista plástica nacida en Silves (ver http://purl.pt/708/1/ ) y a Antonio Lobo Antunes, el gran escritor lisboeta cuyas palabras están pintadas y serigrafiadas en cristales y paredes. (Leer más en http://www.ala.nletras.com/biografia.htm)
Además de estos la antigua Xelb tiene más atractivos que os animo a descubrir, y cuando pique el hambre podéis hacer un alto en la "Tasca do Bene," pequeño y económico restaurante, atendido por un joven ciclista que cuelga en una pared al fondo del local los dorsales de las pruebas de BTT en las que participa.