17 agosto 2011

Efecto Shimmy o Speed Wobble




Al llegar a Odeleite nos detuvimos para escoger entre dos opciones para acabar nuestro recorrido cicloturista y decidimos ir hacia Foz de Odeleite. La carretera se inicia con una bajada del 13%, que empecé con las manos en la parte central de manillar, sin pedalear ni tocar los frenos, relajadamente, pero cuando atravesaba el tablero del puente sobre la ribera y había alcanzado la máxima velocidad (el gps marcó más de 67 Km/h) la parte delantera de la bici comenzó a oscilar exageradamente, con vibraciones y turbulencias en el manillar y en la rueda delantera, tan desestabilizantes que creí que me iría al suelo. Pasó muy rápido y sólo me dio tiempo a sacar el pie del pedal derecho y creo que gracias a que la carretera comenzó a empinarse se produjo la desaceleración y por eso pude recuperar el equilibrio y detenerme cerca del arcén.
Me había librado de un accidente ya que estuve cerca de sufrir una caída de consecuencias graves, probablemente.
JO me seguía de cerca y no salía de su espanto. Los dos estábamos sorprendidos y asustados.

La señal ya lo avisa


Era la segunda vez, desde que monto la Tifosi, que sufría algo parecido, la anterior fue bajando por la carretera desde el Castillo hacia Sanlucar de Guadiana, y ese fenómeno tiene su denominación, es el efecto shimmy o speed wobble. Estas palabras son las usadas para describir una rápida oscilación primaria de la rueda de dirección de un vehículo.
Originalmente, shimmy (bamboleo o contoneo) era el nombre de un baile de moda en las décadas de los años 20 y 30 del siglo XX en los Estados Unidos; posteriormente, dicho término fue adoptado internacionalmente en el lenguaje técnico como sinónimo de oscilación de un órgano giratorio.

Puesto a investigar a que podía deberse JO me envío un enlace y descubrí el nombre de mi problema.
A partir de ahí seguí investigando en Internet. En páginas web, foros y blogs puede leerse bastante información. Por ejemplo en http://www.foromtb.com/ hay varios "hilos" que tratan el tema bajo los nombres de "turbulencias en el manillar" o "turbulencias en bajada".
De las múltiples causas a las que puede deberse este fenómeno, creo que en mi caso pudo tratarse de una suma de ellas: viento lateral, poco peso, llantas de perfil alto. O como dice EOLOS26 "Velocidad superior a 70 + cierta brisa + una recta = manillar de chicle".

De cualquier forma, y sea cual sea la causa, no quiero tentar a la suerte y jugarme de nuevo el tipo. Procuraré que no me vuelva a ocurrir y agarraré fuerte el manillar por sus extremos y seré prudente en las bajadas, porque, además, creo que soy de los que prefieren subir a bajar, porque aún siendo más duro y exigente la satisfacción también es mayor cuando se supera una cumbre.