Al llegar a Odeleite nos detuvimos para escoger entre dos opciones para acabar nuestro recorrido cicloturista y decidimos ir hacia Foz de Odeleite. La carretera se inicia con una bajada del 13%, que empecé con las manos en la parte central de manillar, sin pedalear ni tocar los frenos, relajadamente, pero cuando atravesaba el tablero del puente sobre la ribera y había alcanzado la máxima velocidad (el gps marcó más de 67 Km/h) la parte delantera de la bici comenzó a oscilar exageradamente, con vibraciones y turbulencias en el manillar y en la rueda delantera, tan desestabilizantes que creí que me iría al suelo. Pasó muy rápido y sólo me dio tiempo a sacar el pie del pedal derecho y creo que gracias a que la carretera comenzó a empinarse se produjo la desaceleración y por eso pude recuperar el equilibrio y detenerme cerca del arcén.
Me había librado de un accidente ya que estuve cerca de sufrir una caída de consecuencias graves, probablemente.
JO me seguía de cerca y no salía de su espanto. Los dos estábamos sorprendidos y asustados.
La señal ya lo avisa |
Era la segunda vez, desde que monto la Tifosi, que sufría algo parecido, la anterior fue bajando por la carretera desde el Castillo hacia Sanlucar de Guadiana, y ese fenómeno tiene su denominación, es el efecto shimmy o speed wobble. Estas palabras son las usadas para describir una rápida oscilación primaria de la rueda de dirección de un vehículo.
Originalmente, shimmy (bamboleo o contoneo) era el nombre de un baile de moda en las décadas de los años 20 y 30 del siglo XX en los Estados Unidos; posteriormente, dicho término fue adoptado internacionalmente en el lenguaje técnico como sinónimo de oscilación de un órgano giratorio.
Puesto a investigar a que podía deberse JO me envío un enlace y descubrí el nombre de mi problema.
A partir de ahí seguí investigando en Internet. En páginas web, foros y blogs puede leerse bastante información. Por ejemplo en http://www.foromtb.com/ hay varios "hilos" que tratan el tema bajo los nombres de "turbulencias en el manillar" o "turbulencias en bajada".
De las múltiples causas a las que puede deberse este fenómeno, creo que en mi caso pudo tratarse de una suma de ellas: viento lateral, poco peso, llantas de perfil alto. O como dice EOLOS26 "Velocidad superior a 70 + cierta brisa + una recta = manillar de chicle".De cualquier forma, y sea cual sea la causa, no quiero tentar a la suerte y jugarme de nuevo el tipo. Procuraré que no me vuelva a ocurrir y agarraré fuerte el manillar por sus extremos y seré prudente en las bajadas, porque, además, creo que soy de los que prefieren subir a bajar, porque aún siendo más duro y exigente la satisfacción también es mayor cuando se supera una cumbre.