26 julio 2012

Libros de Gonzalo M. Tavares


 En el pasado curso del club de literatura portuguesa de la Biblioteca Pública de Huelva, tuvimos ocasión de conocer a nuevos autores y entre los más destacados figura Gonzalo M. Tavares (1970). La lectura de dos de sus libros suscitan estas notas.

Histórias Falsas son nueve cuentos estructurados como relatos mitológicos, tomando como punto de partida una figura de la historia del pensamiento. Tales de Mileto, Diógenes, Empédocles, Zenón de Elea o Lao Tse se codean con los personajes del autor efectuando un cruce entre literatura, historia y filosofía.
Su estilo es conciso y austero pero en sus brevísimos textos encierrra una sutil nota de profundidad humana. Son historias comunes, sencillas y pobladas por seres desvalidos, pero orgullosos. Su concreción y aridez estilísticas son armas para profundizar en los hechos, para mostrar al lector de forma descarnada la personalidad de sus protagonistas, dejando que sean sus acciones las que les confieran solidez y verosimilitud. Así, lo que el lector se encuentra son historias que rozan la enseñanza moral, pero desde una perspectiva lúdica y fantasiosa.

En la víspera de nuestro viaje a las islas Azores estuvimos en el LX Factory de Lisboa y en la librería Ler Devagar encontré el libro O Senhor Brecht, tercer título de la serie O Bairro.
  
Libreria Ler Devagar, Lisboa
En cincuenta historias, de apenas una página cada una, son abordadas diversas cuestiones directamente ligadas a nuestra sociedad. Temáticas actuales que representan problemas humanos, unos resultado de las crisis recientes, otros unidos a nosotros desde el inicio de la Humanidad. La forma breve y certera con que estos problemas son identificados es sencillamente genial. La ironía abunda y la crítica está presente, aplicada a cada uno de nosotros, facilmente identificable en sus páginas.



Una de las historia del libro O Senhor Brecht.
Os sábios

Uma galinha, finalmente, descobriu a maneira de resolver os principais problemas da cidade dos homens. Apresentou a sua teoria aos maiores sábios e não havia dúvidas: ela tinha descoberto o segredo para todas as pessoas poderem viver tranquilamente e bem.

Depois de a ouvirem com atenção, os sete sábios da cidade pediram uma hora para reflectir sobre as consequências da descoberta da galinha, enquanto esta esperava numa sala à parte, ansiosa por ouvir a opinião destes homens ilustres.

Na reunião, os sete sábios por unanimidade, e antes que fosse tarde demais, decidiram comer a galinha.