17 octubre 2012

Con el agua al cuello



"Como fui por largo tiempo un activista de izquierda, no tenía ninguna simpatía por los policías. En Grecia, habían sido sinónimo de fascistas... Pero de pronto, por primera vez, caí en la cuenta que esos pobres policías son pequeños burgueses, que tienen los mismos sueños de que sus hijos puedan estudiar para convertirse en doctores o abogados. Así se comenzó a desarrollar esta construcción: un crimen y una historia familiar contadas paralelamente".

Sobre esos dos cimientos, crimen e historia familiar, a los que añade el destacado protagonismo de la ciudad, en este caso Atenas, forman los ingredientes básicos de esta novela de Petros Márkaris (Estambul, 1937) protagonizada por el comisario Kostas Jaritos. La obra de Márkaris bien puede incluirse en la llamada novela policíaca mediterránea, donde destacan autores como Manuel Vázquez Montalbá, Andrea Camilleri, Alicia Jiménez Barlet, etc.

Con el agua al cuello es la primera parte de la trilogía dedicada por Márkaris a la crisis. Y es que éste es otro de los alicientes de esta historia, la actualidad de su contexto, al desarrollarse en el verano de 2010, en una Grecia sumida en una brutal crisis económica y al borde de la bancarrota.

Fue el primer libro que leí de este autor y me atrevo a recomendar su lectura a quién quiera, además de entretenerse con la trama, disfrutar de su humor, comprender mejor las causas de la crisis del país heleno.

En Página 2 tenéis una interesante entrevista al autor, realizada en el estadio olímpico de Atenas, donde empezaron todos los males que han llevado a Grecia a la angustiosa situación actual.

También podéis leer una crítica de la novela en La venganza capitalista de Petros Márkaris

El 27 de Agosto publicó un artículo en El País titulado Las luces se apagan en Atenas, donde describe tanto a las víctimas del sistema político de Grecia como a sus beneficiarios. En él habla de los cuatro partidos en los que Grecia se divide en la actualidad: partido de los beneficiarios o partido de los defraudadores, partido de los honrados o de los mártires, el partido de los Moloch, formado por dos grupos, al primero pertenecen los funcionarios y empleados de los servicios públicos y empresas estatales, al segundo los sindicatos, o sea, los enchufados por los partidos políticos en el aparato estatal. La mayoría de los miembros del partido en la Administración no trabajan o hacen solo lo indispensable. Y el cuarto es el partido de los desesperanzados.

Ese texto pertenece al libro publicado el pasado Septiembre en España, titulado "La espada de Damocles", que recoge artículos y conferencias entre 2009 y 2012.