26 abril 2013

Planalto Alentejano



bicicleta pasteleira 

TABOR es una marca con gran tradición en Portugal, que sigue produciendo sillines artesanales, con piel de primera calidad y chasis de acero cromado

Probablemente se trate de un Tabor 240






La Ribeira de Vascão marca el límite entre el Algarve y el Baixo Alentejo


Extraordinaria jornada de cicloturismo la del sábado 13 de abril. Fuimos en coche hasta Martin Longo para una ruta cicloturista que nos llevara a pasar por Ameixial, pero en la localidad se vivía espíritu automovilístico ya que un tramo del Rallye de Portugal pasaba muy cerca de allí, el denominado Vascão, lo que nos llevó a variar el plan previsto para evitar en lo posible el tráfico en las carreteras. Y creo que acertamos aventurándonos a conocer  el Baixo Alentejo por los concelhos de Almodôvar y Mértola, rodando por sus coloridas planicies fuimos pasando por S. Pedro de Solis, Semblana, São João dos Caldeireiros, São Sebastião dos Carros, S. Miguel de Pinheiro, en un recorrido muy bonito que sin ser duro acabó por pasarnos factura, seguramente por no comer suficiente y por el calor.

Estragos

Algo insólito en este territorio, nenúfares en un pequeño barragem

Evaluación de daños, después de que al coger una jara en el camino se partiera la patilla del cambio trasero de la bici de JO.


La reparación de urgencia: cambio desmontando, cadena cortada y puesta en modo de una sola velocidad.



Tija Thompson partida
Domingo aciago el 7 de abril, sobre todo para JO. Esa mañana tratábamos de seguir el track de la ruta de 40 km, que la Asociación Rodactiva de Castro Marim había organizado a principios de marzo y que me había perdido por enfermedad. No habíamos recorrido muchos kilómetros cuando pasando junto a un embalse la bici de Javier tuvo la primera avería del día, causada por una jara seca que se enganchó en la rueda trasera, con tan mala fortuna que provocó la rotura de la patilla del cambio. Tras encajar el golpe, creímos que los resolveríamos pronto colocando una nueva patilla, pero no pudimos hacerlo porque la vieja estaba roscada al cuadro con un tornillo con una rara cabeza, para la que no teníamos la llave adecuada. Hubo que desmontar el cambio, cortar la cadena para dejar la bici con una sola velocidad, colocándola en el plato mediano -32t- y en el piñón central -20t- del cassette. Pero esta reparación de urgencia no iba a dar el resultado esperado, porque la cadena subía al piñón de más arriba, de tres dientes más, y se estiraba tanto que hacia dificultoso el pedaleo. Casi hasta el final de la ruta no averiguamos que se debía a la actuación de la suspensión trasera que, al contraerse, modificaba el largo de cadena y provocaba el salto de piñón. De modo que bloqueando el amortiguador evitamos el problema. Pero, desafortunadamente, este no fue el único estrago padecido por JO. Mientras atravesábamos una zona de caminos muy embarrados otro chasquido anunciaba una nueva e inesperada rotura en su bicicleta, en esta ocasión la tija Thompson Elite se rompía por detrás. Unas bridas colocadas adecuadamente le permitiría llegar hasta Catro Marím sobre el sillín, tras sufrir en el mismo día dos roturas que raramente se producen y menos juntas.