10 junio 2013

Del Baixo Alentejo al Baixo Guadiana

Preparadas para un largo recorrido
Una bici de carreras, la Scott Addict de JO, que también tiene su lado turístico
Pequeno almoço en el Snack-Bar Império, Almodôvar


Alcoutim, 3er avituallamiento
Barcos en el Guadiana, al fondo Sanlucar, arriba el castillo de S. Marco de Guadiana

                JO y JA esperando el barco, en primer plano el monumento al contrabandista 

 

 La tercera etapa, la más larga del viaje, nos llevó desde Almodôvar a Bellavista, con un recorrido de 134 Km. y un tiempo de 6:10 sobre la bicicleta, a una velocidad media de 21,8 Km./h.
Después del desayuno en el Bar Império de Almodôvar, en cuyas paredes cuelgan muchas fotos de ciclismo, iniciamos la jornada por la carretera en dirección a Faro, con bonitas vistas por ambos márgenes. Pronto llegamos a Dogueno y allí tomamos la dirección para Santa Cruz y Martim Longo, por una carretera más estrecha pero también rodeada de un paisaje atrayente. Una vez pasada la aldea de Santa Cruz iniciamos la bajada hasta la Ribeira do Vascão. Cruzamos el puente y entramos en el Algarve por en  concelho de Alcoutim. Ascendemos montes despoblados por solitarias carreteras, pasamos por Pesseguerio y llegamos a Martim Longo con ganas de descansar y tomar algo.
Después del café nos encaminamos hacia Pereiro, esta vez el viento sopla de cola y el rodar es más fácil. En este tramo acompaño a JO, que se sobrepone al dolor en su talón de Aquiles derecho. Por delante, JA y JT, pone un ritmo más elevado y por momentos se pierden en la lejanía. Cuando nos acercamos a Alcoutim nos hemos agrupado y decidimos parar para hacer el 3er avituallamiento del día. Allí nos encontramos con el amigo Fernando Dias, de la Associaçao BTT Baixo Guadiana, que preparan en el muelle un avituallamiento para recibir a los participantes en el Raid de Minas de São Domingos a VRSA.
Cruzamos en barco el río y pocos kilómetros después de Sanlucar de Guadiana, en la carretera hacia San Silvestre de Guzmán, nos enfrentamos una de las subidas más duras de todo el recorrido. En su tramo de mayor porcentaje  tuve duda de si podría superarla pero, no sin sufrimiento, acabé por alcanzar la cima.
El resto de la distancia hasta San Silvestre me lo tome con calma, rodando a cola del grupo. El cielo se iba nublando cuando paramos en  un bar de San Silvestre de Guzmán para el almuerzo, que solventamos con unas tapas y montaditos de presa.
El tramo de San Silvestre a Villablanca fue lo más parecido a rodar debajo de una ducha gigante, 10 Km. difíciles, con fuerte viento lateral y bajo una intensa lluvia que nos empapaba completamente, provocando que el grupo se disgregara, porque ir a rueda suponía recibir aún más agua de la que caía inmisericorde.
De Villablanca a Lepe mejoraron las condiciones y rodamos agrupados, con el viento más a nuestro favor. Pasamos por Lepe y Cartaya y continuamos hasta Aljaraque y a media tarde llegamos a Bellavista. Allí JA decide hacer en bici los kilómetros que le separan de su casa en La Rábida, alargando asi su etapa hasta los 150 Km. ¡Ole tus cuadriceps!